Nuestra experiencia en Zúrich: lo mejor, lo peor y consejos útiles para tu visita
Zúrich fue nuestra primera parada en la ruta por Suiza. Íbamos con muchas expectativas, pero lo cierto es que la experiencia fue una mezcla de luces y sombras. Aunque la ciudad tiene algunos rincones con encanto, historia y buenas vistas, también nos pareció cara, algo ostentosa y con un ambiente que no terminó de convencernos. En este artículo te contamos todo lo que ver Zúrich, desde los lugares que más nos gustaron hasta aquellos que nos decepcionaron un poco. También te damos consejos prácticos por si llegas en coche, dónde aparcar (gratis si tienes suerte), y otros detalles útiles que descubrimos sobre la marcha.
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Eso sí, todo desde nuestra perspectiva personal, que puede no coincidir con la de otros viajeros. Ya te adelantamos que Zúrich no fue nuestro destino favorito del viaje, pero al formar parte de una ruta más amplia por Suiza, no nos importó demasiado. Además, es un buen lugar para empezar… porque desde ahí, todo fue a mejor.
Qué ver en Zúrich: nuestra ruta a pie y lugares imprescindibles
Aunque la ciudad no nos enamoró del todo, tiene varias zonas interesantes y algunos puntos muy fotogénicos. Aquí te dejamos nuestra ruta por los lugares más destacados que ver en Zúrich en un día. Todos estos puntos se pueden recorrer caminando sin problemas. También tienes la opción de subirte a uno de sus clásicos tranvías que recorren todo el casco antiguo por la zona del río Limago. Para recorrer el casco antiguo en su zona elevada, ya sí que no te quedará más remedio que andar.

Lo que sí nos gustó
Hay algunas zonas que ver en Zúrich que sí están bien para ver dando un paseo de tarde por las calles del centro histórico, alrededores del río y demás.
Fraumünster, Münsterhof, el Puente de Münster
Esta zona del casco antiguo fue una de las partes que más nos gustó de Zúrich. La Iglesia de Fraumünster tiene vidrieras creadas por Marc Chagall en 1970 y cada una representa una escena bíblica con colores muy llamativos. El interior es bastante sencillo, pero merece la pena entrar sólo por esto.

En el centro de la plaza Münsterhof está la Münsterhofbrunnen, una fuente histórica que, como muchas fuentes de Zúrich, tenía una función tanto decorativa como práctica. Pero lo más curioso es que, en ocasiones especiales durante la Edad Media y el Renacimiento, en lugar de agua, llegaba a salir vino de esta fuente. Pero no te emociones, que eso ya no ocurre. Lo que sí ocurre ahora es que en algunas fiestas de la primavera llenan la fuente con pétalos de rosas. ¡Ahí sí que está chula la fuente!
En esta plaza hay una cosa bastante curiosa. Hay un balcón en esta plaza junto al puente de Münster en el que el 19 de septiembre de 1946, Winston Churchill dio un discurso clave pidiendo la unidad europea tras la Segunda Guerra Mundial. Fue un momento simbólico que impulsó el concepto de una «Europa unida». Si te fijas, en este edificio verás una placa conmemorativa que lo recuerda. Es un detalle fácil de pasar por alto pero que, si te gusta la historia, seguro te resultará curioso. Por cierto, este edificio es una pasada desde el exterior.

Desde la plaza se cruza el Puente de Münster, y desde ahí se tienen unas vistas preciosas de ambas iglesias principales de Zúrich (Fraumünster y Grossmünster). Por la tarde suele pillar el sol un poco a contraluz, pero una vez cae, las vistas son mejores.

Y si te esperas un poco al atardecer, las vistas serán aún mejores cuando empiecen a encenderse las luces y haga reflejo en el agua.
Grossmünster y el mirador
La Grossmünster es una de las iglesias más reconocibles que ver en Zúrich y está justo cruzando el Puente de Münster. Quizás un poco escondida entre tanto edificio y por eso no se puede apreciar del todo. Puedes subir a una de las torres (CHF 5) para tener una de las mejores vistas del casco antiguo y del río Limago. Pero no te preocupes si no quieres pagar, que hay otro mirador al otro lado del río y es gratis.

Parque Lindenhof y sus vistas
El parque de Lindenhof está en una pequeña colina dentro del casco antiguo. Aquí estuvo el antiguo fuerte romano y después un castillo carolingio. Hay que subir unas cuestas pero tampoco es ningún drama para llegar arriba. Como recompensa, las vistas desde arriba.

Bahnhofstrasse y Paradeplatz
La calle más famosa de Zúrich es la Bahnhofstrasse, una de las más caras del mundo. Está llena de tiendas de lujo y bancos, y conecta la estación central con el lago. Aunque no vayas a comprar nada, vale la pena recorrerla al menos una vez para ver el contraste entre lo antiguo y lo moderno, y por qué no, soñar. 🙂
En la estación central de trenes (Zürich HB) nos encontramos una feria de «foodtruck» de comida internacional. Había de todo, desde comida japonesa, china, coreana o tailandesa, hasta comida italiana o un puesto de churros españoles (no falla esta). Por lo que parece, es bastante habitual encontrarse este tipo de ferias en la estación de Zúrich. Revisa si te coincide algún evento antes para ir preparado. Además de ferias de comida, también hacen otros eventos como el Oktoberfest, partidos de baloncesto o exposiciones de arte.

En medio se encuentra Paradeplatz, la plaza del centro financiero suizo y donde se encuentra la sede del famoso banco Credit Suisse.
Iglesia de San Pedro y barrio de Lindenhof
Los alrededores de esta iglesia, que conforman el barrio de Lindenhof de Zúrich, son la zona que más nos gustó de Zúrich. Es una pasada la calle Strehlgasse que baja hasta la Iglesia de San Pedro, toda llena de banderas, edificios históricos y tiendas de lujo y arte. Merece mucho la pena bajar por esta zona cuando vuelvas del mirador del parque Lindenhof.